jueves, 19 de noviembre de 2020

Arquitectura corporativa

La arquitectura corporativa es un importante componente de la identidad corporativa como herramienta competitiva a escala global. Las instalaciones y dependencias físicas de la empresa, envían mensajes a los clientes, socios, inversores, empleados, y a otras instituciones.

Los edificios nos comunican información sobre su estructura interna.

La arquitectura de una compañía, además, transmite sensaciones emocionales a través de su diseño, estilo, materiales empleados y el entorno donde se construye.

La arquitectura corporativa incorpora los rasgos de identidad visual de la empresa en el concepto de diseño que se aplicará al exterior e interior de las instalaciones de la organización, facilitando la fijación permanente de esa imagen en la mente del público.

La decoración de la empresa también debe reflejar los valores y la identidad de la misma.

Los escaparates son espacios exteriores de las tiendas, cerrados con cristales, donde se exponen las mercancías o productos. Los escaparates poseen una imagen corporativa en sí mismos, y esta debe ser acorde a la imagen de la compañía, ya que, estos espacios, tienen una gran capacidad comunicativa.

El escaparate es un potente punto de contacto visual con el cliente potencial. Los escaparates deben ser dinámicos, y ofrecer productos nuevos, ya que una baja rotación de un producto aporta un posicionamiento negativo hacia la empresa.

Las tiendas Bimba y Lola tienen un papel fundamental en la estrategia comercial. Son sitios muy cuidados que tienen como objetivo ofrecer una atmósfera especial y distintiva a los clientes, además, están situadas en lugares transitados y centrados de las distintas ciudades. La decoración está inspirada en los ateliers clásicos de costura parisina, como puede apreciarse en la siguiente imagen. 

El tamaño de los establecimientos no es grande porque quieren fomentar la atención personalizada al público y otorgar todo el protagonismo a los productos. Como afirma el proyecto Sectores de la Nueva Economía 20+20, la decoración tiene como objetivo que las tiendas presenten un ambiente de exquisitez y lujo.


Bimba y Lola incorpora en su decoración sus colores corporativos, blanco y negro. Y por ello llama la atención en una tienda de esta marca las prendas de colores vivos.



Los escaparates de Bimba y Lola también tiene una decoración con los colores neutros, negro y blanco. Los escaparates tienen buena iluminación pero carece de decoración, por lo que al cliente solo le capta la atención la prenda que lleva el maniquí. Es buena forma de que el cliente sólo se centre en la prenda o bolso, para que la decoración no les quite importancia.

Los maniquíes son poco numerosos y son de color blanco. Les ponen las prendas más extravagantes y que son tendencia en ese momento para captar clientes.

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Manual de identidad corporativa